Guillermo II, nacido como Friedrich Wilhelm Viktor Albert von Hohenzollern, fue el último Kaiser de Alemania y el rey de Prusia. Ascendió al trono en 1888, sucediendo a su padre, el emperador Federico III. Durante su reinado, Guillermo II buscó expandir el poder y la influencia de Alemania en Europa y en el mundo.
En la Primera Guerra Mundial, Guillermo II jugó un papel importante en la política exterior alemana y en la decisión de entrar en el conflicto. Apoyó a Austria-Hungría en su confrontación con Serbia, y después de la declaración de guerra de Austria-Hungría a Serbia, dio su apoyo a la llamada Guerra de Defensa.
Guillermo II también tuvo un papel clave en el desarrollo del Plan Schlieffen, que buscaba una rápida victoria alemana sobre Francia antes de enfrentarse a Rusia en el Este. Sin embargo, la invasión alemana de Bélgica provocó la entrada de Gran Bretaña en la guerra, lo que cambió el curso del conflicto.
A pesar de los esfuerzos de Guillermo II para mantener a Alemania en la guerra, su liderazgo se vio cada vez más cuestionado en Alemania. En noviembre de 1918, con la situación militar de Alemania cada vez más desesperada, Guillermo II fue obligado a abdicar y huir a los Países Bajos, donde vivió el resto de su vida.
En resumen, Guillermo II fue un líder ambicioso que buscó expandir el poder y la influencia de Alemania en el mundo, y su papel en la Primera Guerra Mundial fue clave en la política exterior alemana y en la decisión de entrar en el conflicto.